En el caso de los niños, es importante enseñarles ese equilibrio. Para que no sean perpetuadores de complejos de inferioridad y mucho menos de actos de abuso a otros.
Aquí te presento 5 puntos al respecto:
- Se su modelo: los niños aprenden más del ejemplo que con palabras, es por ello que debes ser su principal referencia en cuanto a autoestima se refiere, ¿cómo?, evita el uso de adjetivos , cuanto más con mala intención, de las personas y de ti mismo (gordo, flaco, negro, prieto, burro, tonto, infeliz, etc). Evita expresar tu frustración hacia alguien describiéndole así porque el pequeño aprenderá a ofender cuando se sienta mal.
- No lo compares: ni con sus hermanos, amigos, compañeros ni contigo, aunque lo hagas para motivarlo. El niño no tiene porque cumplir moldes de otros. El niño es único y especial por esencia y todos tenemos talentos y áreas de oportunidad.
- Baja un poco la exigencia: no seas perfeccionista en exceso. Esto aplica mucho en la escuela. Proponle que alcance las mejores metas acordes a sus capacidades y no lo castigues duramente si no llega. La mentalidad de éxito la tenemos mal orientada, asumimos que un error es un fracaso cuando en realidad es un intento más para alcanzar la meta y representa un aprendizaje.
- Cuando lo regañes, - porque los limites siempre son sanos-, enfócate en la conducta y no en su persona, es mejor decirle no es bueno hacer X cosa, que decirle eres un tonto o flojo.
- Reconócele sus esfuerzos y logros. A veces es bueno tener el equilibrio entre poner límites necesarios y ayudarle a sentir que también hace cosas positivas.
Espero que te sean útiles, recuerda que el autoestima se desarrolla desde que somos niños, así que a los nuestros hay que darles la oportunidad de aprender a amarse tal y como son.
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