A lo largo de estos
años he visto muchas situaciones críticas que llevan a las personas
a la consulta. Y un patrón muy repetitivo es que el veo en muchas de
ellas, - también en mi está, por algo esa repetición, solo he
aprendido a verle, asumirle y resolverlo - : El creer que la
fortaleza ante las dificultades es avanzar y avanzar sin darse el
derecho a necesitar ayuda o sentir.
Y es una creencia
negativa y muy frecuente el considerar a la tristeza, la apatía y
demás “parientes” como debilidad. Y por ello muchos lo viven en
silencio, dejando pasar el tiempo hasta que se transforma en algo
peor.
Obviamente cuando
se decide buscar ayuda, la persona descubre que gran parte de la
solución está en reconocer que hay un problema. Que eso no te hace
menos que los demás. Que tu también vales la pena. Que mereces
ayuda, que tienes derecho a sentir.
El resto es iniciar
el camino necesario para resolver lo que esté pendiente. Sin culpa,
sin victimizarse, simplemente siendo tu.