La importancia de cuidar tu salud mental


El ser humano es un ser integral. La salud del mismo no puede reducirse al estado fisiológico de su cuerpo.

La salud mental es un tema muy amplio y que poco a poco se le está dando mayor importancia en la comunidad en general. Sin embargo, queda mucho que hacer en cuanto a difusión sobre los principales trastornos  y cómo actuar desde el entorno familiar y de forma individual.


Las estadísticas indican que padecimientos como la depresión clínica,  los trastornos de ansiedad son de cada vez más frecuentes y que la edad de inicio es cada vez menor. Esto nos invita a reflexionar sobre qué estamos haciendo como sociedad e individuos que nos está llevando a la enfermedad.

La sobrecarga de actividades, la sobreestimulación mediática y sobredosis de información, el descuido de las primeras señales o indicios de una enfermedad, la pérdida de contacto con nuestro interior pueden ser algunas de las variables que están influyendo en este asunto.

Agregamos a esto la tendencia cultural a minimizar los problemas de salud mental como “defectos de carácter”. Frecuentemente podemos escuchar frases como: “es que Anita es muy sensible, ya se le pasará”, “Mi esposo es enojón, grita y tira cosas pero es que así es él”, “ir con los psicólogos es para puros locos”, “yo no necesito ir con un loquero” y un largo etc.

Tristemente las personas acuden por ayuda cuando es la última opción,se enferman de algo crónico o cuando ya ha ocurrido una tragedia. Nunca es tarde para hacerlo, pero no es necesario llegar a ese extremo.

La salud mental es un elemento  importante en tu vida, por lo tanto no puedes descuidarla, por que a la larga,  se obtienen las consecuencias. Te presento a continuación cinco puntos que te ayudarán a cuidar de ti y de los tuyos en este aspecto y detectar patrones a tiempo:

1. Primero es necesario evaluar tu vida en todas las áreas en las que te desenvuelvas,  te servirán preguntas como: ¿Cómo son tus relaciones con los demás? ¿Son inestables? ¿Agresivas? ¿O respetuosas y estables? ¿Cuán variables son tus estados de animo, amor, temor, ira?

2.¿Realmente descansas? Y no solo es dormir, si no disfrutar realmente de tus tiempos de descanso, levantarte tranquilo sin sensación de agotamiento, sin interrupciones o preocupaciones constantes por seguir tus pensamientos.

3. ¿Cuáles son tus metas? ¿Que visión tienes de ti y tu futuro? Los extremos de ser sobreexigentes y ansiosos con respecto a ello o la incapacidad constante para tomar decisiones o realizar actos voluntarios ante los problemas a veces esconden otras situaciones más severas.

4.- Detectar y no dejar pasar signos o comportamientos extraños o cambios muy notorios en la conducta: aislamiento, llanto frecuente, agresividad, alteraciones en los hábitos alimenticios o de sueño, “escuchar voces en la cabeza”, agresión a seres vivos, no tener ganas de “seguir adelante” o incluso pensamientos suicidas, etc., pues son signos de que hay un problema mayor que puede tener consecuencias graves. No están llamando la atención, y no creo que quieras arriesgarte a averiguar si es así o no.
Recuerda que existen servicios de salud mental para todos, lo importante es buscar ayuda a tiempo, a final de cuentas es invertir en ti mismo y para los que más quieres.