Para sentirte mejor, cambia tus pensamientos III

Con este post doy por terminada la serie de pensamientos irracionales, que espero te haya sido de utilidad. Seguiré con los ejercicios prácticos para atender el aquí y el ahora, que puedes ir realizando para ganar tranquilidad.


1. Deberías: Estos pensamientos se detectan cuando usamos el “debo de, deberías, no debería”. Una variante es los Tengo que. Por ejemplo: “debo hacer bien todo, los demás deben aceptarme, “no debería de darme tiempo para mí, “tengo que hacerme cargo de mis hermanos porque soy el mayor y mi madre está ocupada para hacerlo, no debo llorar”. 

Son poco saludables porque son totalizantes y no te dan margen a elegir o incluso equivocarte. Y si esto llega a ocurrir, la culpa es el primer efecto negativo en aparecer.

2. Etiquetas: juzgar a alguien o a si mismo por un hecho aislado, “soy un inútil, mi hijo es un fracasado” etc. Las etiquetas pesan, incluso las que pudiéramos considerar positivas pesan cuando se exige a la persona que siempre la cumpla, sin dar margen a los errores.

3. Descartar lo positivo: también se le conoce como visión de túnel, pues nos enfocamos únicamente en lo malo de la realidad, y descartamos lo bueno, que por mínimo que sea, está presente.


Los pensamientos son poderosos cuando les damos ese poder. Si nos atrevemos a dejar de alimentarlos, podemos vivir una vida más tranquila y plena. Recuerda que, con ellos, podemos construir nuestro mundo emocional.